Esta
mañana y antes de que llegara el nuevo temporal, decidí aprovechar esas horas
previas que había de buen tiempo y pese a la buena helada que había caído,
conseguí llegar hasta Salcedillo y dar un paseo por el pueblo acompañado de un
perrillo muy majete que me recibió con un efusivo saludo, como si me conociera
de toda la vida.
La
nieve acumulada en el pueblo superaba en muchas zonas el metro de altura y es
que te hundías hasta las rodillas como te salieras de los caminos o sendas.
Como la
carretera estaba delicada, poco después de los primeros copos, regreso para
casa, habiendo aprovechado todo lo que se podía la mañana.
Unas
fotos de la mañana ;)
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