Amanecimos con algo de fresco, al levantarnos había -6.5ºC, aunque se trata de una temperatura relativa mente cálida para la zona, desayunamos y decidimos atacar de nuevo el Triangulo de Tacul, esta vez la vía fue menos mantenida, máximo 65º en una pequeña goulotte de unos 15 mts muy encajonada que junto con un pequeño paso de mixto fueron las partes más interesantes de la vía.
Para bajar decidimos hacer travesias para enlazar con la linea de la Contamine-Mazzeau para asi poder rapelar de nuevo hasta la base del triángulo, en la travesía improvisamos un rapel con unos cordinos para poder conectar con la vía del día anterior.
Imponente serac desgajado del tamaño de dos trailers
El paso mixto
El paso mixto desde arriba
Travesía para conectar con la goulotte
Como anécdota del día perdimos un reverso pero encontramos un tornillo jejeje, bajamos a Chamonix donde descansamos algo menos de un día completo, después de tres días seguidos de actividad, para así poder afrontar el Jueves el Espolón Frendo, la vía que más ganas traíamos de hacer, una vía que lo tiene todo: 900mts de roca, 100mts de arista de nieve y unos 200mts de hielo, pues eso 1100mts de viote.
Miércoles 15 de Agosto del 2012.
El caso es que el Miércoles por la tarde subimos a vivaquear en los alrededores del Aiguille du plan con intención de escalar al día siguiente el Frendo. Ya en la cena empezamos a observar como en el horizonte crecían a toda velocidad nubes de evolución que nos hacían temer por la escalada del día siguiente, pues había solo tres opciones; dos reales, que se formasen tormentas o simplemente lloviese y una tercera ilusa opción, que despejase por acción divina, así pues, en nuestras cabezas sólo cabía la tercera opción....
A las 2:00 am suena el despertador, como habíamos acordado intentaríamos la vía en estilo alpino, así que mejor madrugar que arriesgarse a improvisar un vivac en caso de que se nos vaya de horario la escalada. Al abrir el ojo la falta de luz de la luna y una densa niebla nos obligan a permaner en los sacos un ratillo más, pues adentrarse en estas condiciones en el glaciar que da acceso al espolón sería una locura, pues días atrás habíamos observado desde el teleferico peligrosas grietas que nos obligaban a descartar la entrada original e intentar acceder por su parte derecha.
Al cabo de no se que tiempo Indio me dice: ¡Fran, despierta! ¡está lloviendo! con las legañas puestas me pongo el frontal y las botas y nos dirigimos a un pequeño porche que tienen en una de las instalaciones, al principio la fina lluvia todavía nos da alguna esperanza de poder intentarlo... al rato el viento hace que el pequeño porche no nos cobije de nada y a esto le sumamos que ya no llovizna, ahora llueve de verdad, aguantamos dentro del saco como podemos y en cuanto se encienden las luces de la estación del telefereico que fue entorno a las 5am, salimos del saco y a toda leche recogemos la mochila y con el saco en la mano salimos corriendo hasta la estación.... lo único bueno fue que al vernos los operarios, que llegábamos chorreando, nos bajaron gratis a Chamonix, al igual que a otros pocos montañeros que también los sorprendió la lluvia.
Después de la experiencia puedo decir que nunca había tenido un peor despertar, frustración por renunciar a una vía soñada durante meses y a mayores despertar empapado... supongo que los habrá peores....
El mejor recuerdo del intento fueron dos simpáticos burros que nos acompañaron mientras cenábamos
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